El 9 de Octubre el CIC vivió una tarde especial junto a sus alumnos. Acompañados de Vivián Imar y Marcelo Trotta, directores del CIC; la directora y la actriz de “El Cerrajero” y “Rompecabezas”, Natalia Smirnoff y María Onetto, ofrecieron una charla revelando aspectos fundamentales del desarrollo creativo de estas dos películas nacionales. Natalia, a su vez, se desempeña como docente de Técnicas de Actuación en Cine y Tv en el CIC, por lo que su presencia resultó muy enriquecedora para los alumnos. Comenzó como ayudante y asistente de dirección de Lucrecia Martel, Alejandro Agresti y Damián Szifrón entre otros. Sus películas “Rompecabezas” y “El Cerrajero” fueron distinguidas en prestigiosos Festivales Internacionales de Cine.
De más está decir, si hablamos de importancia, lo que significó para los alumnos de la Carrera de Actuación sobre todo, la presencia de María Onetto. Como actriz de Teatro participó en “La escala humana, “Nunca estuviste tan adorable” que la hizo ganadora del Premio ACE, “Un Dios salvaje”, y “Sonata de otoño” entre otras. En televisión se destacó en “Mujeres Asesinas”, “Vientos de agua”, “Montecristo”, “Trátame bien”. En 2006 obtuvo el Martín Fierro Revelación. En cine trabajó en numerosas películas, entre ellas, “La mujer sin cabeza” de Lucrecia Martel, por la que ganó el Premio Cóndor de Plata a Mejor Actriz, “Relatos Salvajes” de Damián Szifrón y las dos películas de Natalia Smirnoff.
Se proyectaron exclusivamente para la charla los making off y escenas de ambos largometrajes, que se llevó a cabo en un colmado Teatro del CIC, y contó con la moderación de Marcelo Trotta y Vivián Imar, que la fueron encauzando hacia los tópicos más interesantes para que los alumnos de las carreras de Realizador y Actuación puedan disfrutar y aprehender de un evento único: La posibilidad palpable de conectar personalmente con el director y el protagonista de un largometraje.
A continuación destacamos, a fuerza de subtítulos, los aspectos más sobresalientes de la charla referida en este cálido encuentro con los alumnos:
“El Cerrajero” presenta varios elementos expresivos en particular y en varios niveles, por un lado la idea de un personaje que por su oficio, ingresa a las casas y a la vida privada de las personas, el factor fantástico fuertemente arraigado en la historia en el hecho del don que posee el protagonista y el humo que envuelve permanentemente a la ciudad. Vivián Imar comienza indagando respecto de éstos elementos y cuál fue el que sirvió como disparador del proyecto.
NATALIA SMIRNOFF
“Aquello que es más fácil ver en los demás que en uno mismo”
La primera vez que empecé a escribir “El cerrajero” estaba a punto de filmar “Rompecabezas”.
Me interesaba meterme en el universo de un hombre, así como en breve comenzaría a hacerlo en el universo de una mujer, María del Carmen, el personaje protagonista de “Rompecabezas”.
Me quedé encerrada en un departamento donde vivía, en un PH en San Telmo, la película transcurre en San Telmo así que supongo que ese es en parte un elemento disparador.
Y recuerdo que al cabo de unas horas llegó un cerrajero con un montón de datos sobre mi vida porque en la puerta había estado mi madre con mi hijo y unas amigas y todos nos intercomunicábamos pared de por medio. Y eso me hizo preguntarme qué es lo que nos separa y qué nos acerca de los demás. Cuáles son las cosas que nos abren caminos y cuáles nos cierran. Sospecho que estas preguntas surgieron porque estaba por dirigir mi primera película, y en cierto punto también tiene que ver con abrir un camino incierto y del que poco se sabe.
Algo de esa esencia. De cuánto uno logra ver aquello que es mucho más fácil ver en los demás que en uno mismo, por esa ceguera personal que tenemos, tuvo que ver con el disparador inicial de la película.
Con respecto a la atmósfera, hacía poco había sucedido la invasión de humo de Abril de 2008 en Buenos Aires, así que la atmósfera de extrañamiento de la película tiene que ver con eso.
María Onetto posee un importantísimo reconocimiento como actriz tanto en teatro, en cine como en televisión, y su labor ha sido premiada con las más importantes distinciones en las tres disciplinas. Marcelo Trotta consulta a María respecto de su método de construcción del personaje, y si su formación como psicóloga le ayuda o la limita en la elaboración.
MARÍA ONETTO
“Me interesaba saber qué es una persona y qué le pasa a la persona”
Yo me recibí de psicóloga y ejercí muy poco tiempo. Quizás la formación universitaria me ayudó a trabajar el abordaje de un texto, o a tener cierto sistema en relación a las lecturas. Y sí, a través de la psicología yo descubrí que me interesaba saber qué era una persona y qué le pasaba a la persona. Me dí cuenta que la actuación me daba más herramientas sobre eso.
Mi proceso cuando me llaman para una película comienza con leer el guión. Me importa mucho que esté bien escrito y que me entretenga. Ni siquiera estoy atenta a mi personaje al momento de la primera lectura.
Como segunda instancia, descubrir que quien escribió el guión está buscando algo, que empiezo a entender y que me empieza a llegar. He leído guiones extraordinarios, y el guión de “Rompecabezas” es uno de ellos.
Y a partir de ahí sí, ver el personaje y si su dimensión es interesante. Está bueno cuando llevás adelante el conflicto de la película. Y si bien no es lo mismo si estás en todos los fotogramas de la película o si estás en dos escenas, me ha pasado en películas que están muy bien escritas, las ganas de querer colaborar con esa cabeza que la escribió, aún sin necesidad de tener un papel principal.
A propósito de esto último, Marcelo Trotta le consulta si suele intervenir en las reescrituras de los guiones en cuestiones referidas a su personaje.
MARÍA ONETTO
“Hay una especie de crisis en mí que da como resultado algo con mucha vida”
Cada vez intervengo más en las reescrituras de los guiones. Me surge hacerlo. Siento que un director, si es inteligente, sensible y pensó en un actor en particular, tiene apertura para poder hacerlo.
Por ejemplo, en “Rompecabezas” hemos tenido instancias en las que discutimos cosas con Natalia. Yo le decía “mi personaje no va a hacer esto, porque ella no lo haría”. Y la forma para defenderlo que tuvo Natalia, además de creer yo que el actor es una herramienta al servicio de la dirección, que si dijiste que sí es porque estás al servicio de la dirección, dieron como resultado algo interesante.
Todas las veces en que no he querido hacer algo, pero me han dicho que había que hacerlo porque era importante para la película, ha sucedido como resultado algo interesante.
Marcelo le consulta sobre su forma de trabajar en el set. Si suele estar atenta al tipo y tamaño de plano en el que se desarrolla su escena.
MARÍA ONETTO
“Si quiero ser una buena actríz, tengo que conocerme mucho”
El paso del tiempo hace que me importe cada vez más eso. Estar atenta al espejito y la luz. Soy consciente que esto hizo que yo me fuese conociendo mucho. Entendí que si yo quiero ser una buena actriz, tengo que conocerme y afinar ese instrumento dentro de mis posibilidades y de mi ideología.
Me parece que es importante tener conciencia del plano. No obsesivamente, pero está bueno.
Vivián Imar consulta a Natalia Smirnoff sobre cómo llegó a María Onetto para su primera película.
NATALIA SMIRNOFF
“La única que realmente podía hacerlo era María Onetto”:
Yo estaba haciendo el casting de “El Otro” con Ariel Rotter, y él me dice de ir a ver “Nunca estuviste tan adorable”. Yo ya había oído de María (Onetto) pero no la había visto en “La escala humana”.
Fui a ver la obra ya intencionada a encontrarme con algo, porque estaba buscando al personaje femenino. Y ahí la conocí. Al ratito le mandé el guión. Con Fabiana Tiscornia, que es alguien para quien yo trabajé en cuatro películas y con quien trabajo todos mis guiones, hacemos siempre un juego que es decir todas las actrices posibles para cada rol. Habíamos dicho como cuarenta nombres pero pensábamos que la única que realmente podía hacerlo era María Onetto.
Le mandé el guión, yo todavía no había dirigido nada y nos conocíamos brevemente, y me contestó al día siguiente. Fue una emoción muy grande.
Marcelo Trotta consulta sobre cómo fueron construyendo el personaje en la previa.
MARÍA ONETTO
“Cada detalle hablaba mucho del personaje”
Teníamos tareas para el hogar. Sobretodo yo, que mi personaje era muy distinto a mí. Con el rompecabezas teníamos una persona que nos asesoraba.
Natalia me llevó a la cocina de su madre para que arme una especie de recorrido, indagar cómo son las amas de casa en relación a sus detalles y a sus cuidados.
Porque “Rompecabezas”, al igual que “El cerrajero” son películas con cámara en mano y con una minuciosidad en los detalles que la hacen un prodigio de edición. Cada detalle en la forma de colocar los elementos en la cocina por ejemplo, hablaba mucho del personaje.
Yo tampoco sabía que la película iba a estar construida de esa forma. No sé cuanto habrá sufrido Natalia (Smirnoff) al momento de la edición. Pero no recuerdo que ella como directora me haya pedido específicamente algo vinculado a eso, sino que fue surgiendo por el sólo hecho de estar atravesando el personaje.
En la previa nos manejamos con situaciones cercanas más que con la propia literalidad del guión. Y la película tiene momentos que surgieron de las improvisaciones que en rodaje seguían surgiendo s y que a Natalia le interesaban particularmente, en el sólo hecho de dejar corriendo la cámara al momento de terminar de pasar una escena.
Respecto de esto último, Vivián Imar consulta a Natalia Smirnoff sobre esta metodología más próxima a la improvisación y alejada del texto.
NATALIA SMIRNOFF
“Hay muchas situaciones improvisadas”
No trabajábamos con los textos, partíamos de improvisaciones. Tuvimos tres etapas de ensayo. Una tenía que ver con “tareas para el hogar”, donde había alguien que la grababa y ella hacía un descubrimiento propio del personaje y yo veía después ese material, e íbamos encontrando el personaj.
Otra etapa eran encuentros e improvisaciones con la familia. Donde sumábamos algunos personajes y agregábamos situaciones que no estaban en el guión pero que terminaban de completar.
Hay muchas situaciones improvisadas sobretodo más en “Rompecabezas” que en “El cerrajero” porque lógicamente se prestaba más para eso.. A mí me gusta mucho la improvisación.
Y la tercera etapa tuvo que ver con que yo creía que no tenía que ensayar tanto entre Arturo (Goetz) y María (Onetto), pero cuando comenzamos a ensayar descubrimos que sí, por las formas diferentes de trabajar que tenían.
Habiendo repasado todos los detalles referidos a la previa, el rodaje supone una instancia decisiva en donde aparecen actores y factores fundamentales para el desarrollo del proyecto tanto delante como detrás de cámara.
Tanto en “Rompecabezas” como en “El Cerrajero”, Natalia Smirnoff cambió la figura del Director de Fotografía y Cámara. Sus películas poseen una peculiar y sensible relación con la cámara en mano y los encuadres ajustados.
Marcelo Trotta indaga respecto de ésta búsqueda y de éste trabajo en particular. Cómo transmitirle al DF tu propia mirada como Director, y cómo lograr que el DF entienda aquello que se desea expresar.
Se ha descrito lo importante de la improvisación con los actores en las películas de Natalia Smirnoff, por lo que Marcelo también abre el debate respecto de la disyuntiva entre el tiempo necesario para los aspectos técnicos de la puesta en escena y la necesidad dramática de los actores.
NATALIA SMIRNOFF
“Es todo un trabajo mantenerse –vivo- en el cine”
Soy fanática de John Cassavettes, y trabajando como asistente de Alejandro Agresti también lo viví, el hecho de cómo hacer para ayudar al actor y que la cámara y la técnica del cine no los frenen ni los limite sino que les dé libertad. La mayor libertad posible para el actor para poder captar esas cosas que nos dan. Es como ir robándole al propio actor el detalle de lo que va creando y teniendo vida de verdad.
A mí me preocupa mucho del cine la situación de plano-contraplano y el tiempo de cambio de puesta porque se pierde mucha energía. Y para el actor y la búsqueda de lo vivo, dos horas de cambio de puesta es mucho. Es todo un trabajo mantenerse “vivo” en el cine, y poder filmar con mayor continuidad y no perder tanto tiempo. Entonces una de las soluciones es mover de un lado a otro, panear en vivo. Entonces hay que iluminar de otra manera, en la que no queda perfecto uno ni el otro pero tiene algo más fresco. Yo opto por eso.
Busco lo que pueda encontrar en esa vitalidad. Y es imperfecto, pero a mí me gusta esa cosa imperfecta me parece que le da algo más que en comparación al encuadre perfecto con las lucecitas perfectas. Se ve muy lindo pero tiene algo caído. O por lo menos desde lo que me gusta a mí.
“El montaje es como redescubrir la película”
“El Cerrajero” la hice con Delfina (Castagnino), que es directora y ya hizo bastantes películas,. Trabajamos así: ella armaba y me iba mandando por internet y yo veía. Y después me iba cada tres o cuatro días a la sala de edición y hacíamos un día juntas.
El montaje es como redescubrir la película. Para mí son tres instancias en el cine. Una es cuando se escribe un guión, y ese guión necesita estar lo mejor posible. Después tiene que haber una transformación y esa transformación viene con los actores, con los técnicos y con lo que pasa. Si no pasó nada entre el guión y el rodaje… algo está fallando.
Y después viene la nueva transformación que sería el montaje.
Y el rodaje es expansión, es el momento de las escenas de más, de volar hasta el cielo. Y el montaje es el momento en el que ya no se puede agregar nada más. Venís enamorada y cuando ves el primer armado querés llorar, entonces te deprimís por lo que te parece que quedó. Hasta que te amigás con eso que es y empezás a encontrarle la forma. Pero también hay que descubrir cuál es esa forma.
La charla continuó todavía con el importante resabio en suspensión del making off y las escenas proyectadas, en exclusiva para los alumnos, en el Teatro del CIC. Una modalidad absolutamente enriquecedora en donde los alumnos del CIC pudieron se testigos del intenso trabajo pasional y profesional en Cine. Luego tuvieron la posibilidad de despejar sus dudas junto a estas dos notables personalidades del Cine, el Teatro y la Televisión, que con trabajo y sacrificio se han ganado el meritorio lugar de respeto de colegas y afines.
Una nueva oportunidad para los alumnos, como ya es costumbre del CIC, de conocer y aprender de cerca con el verdadero trabajo profesional.
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