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Entrevista a Hernán Guerschuny

Docente de Dirección en la Carrera de Realizador Integral de Cine y Televisión del CIC. Hernán habla con sinceridad y claridad, al igual que su película, sobre la bella experiencia de dirigir. Un debut esperado y prometedor. “El Crítico” bucea en aguas que conoce hasta el hartazgo, pero también se anima a coquetear con el género, logrando una película que seguramente dará que hablar. Próximamente, y en los mejores cines.


¿Por qué decidiste dirigir una película? ¿Era un deseo de tu etapa de estudiante, o fue una vez ya desarrollado como crítico cinematográfico?

Estimo que todo jugador quiere jugar el mundial y todo estudiante de cine hacer su largo. Como debutar en la selección me llevó mucho tiempo, me entretuve siendo director técnico con mi revista de cine. Lo cual me gusta mucho, pero mirar el partido siempre desde el banco es un poco decepcionante.


¿Qué a favor y qué en contra ha quedado de tu experiencia previa como crítico? ¿Fue difícil abstraerse de ese rol al momento de escribir el guión, dirigir, montar la película, incluso estrenarla?

En primer lugar, nunca me consideré un crítico de cine. Al menos no como aquel que ve películas y luego las califica o decide si están bien o mal. Sí es cierto que escribir sobre cine implica una mirada externa sobre la obra de otros. Una mirada que sabía que tendría, y más si se trataba de una obra que se llama El Crítico. Así que en lugar de negarlo, me metí de lleno en el conflicto, y la película propone un crítico dentro de la película. El personaje reflexiona sobre la película que estamos viendo (una voz en off en francés), y es bastante drástico. Así que de alguna manera me anticipaba a todo lo que podrían escribir después.


¿Influyó tu experiencia al frente de Haciendo Cine en términos de producción, en relación a contactos que hayan ayudado en alguna de las etapas de la película?

Ayudó en algo fundamental. En 20 años de hacer HC, vi pasar todo tipo de casos. Éxitos de ocasión, fracasos estrepitosos, ¨enriquescarreras¨ que prometían y ¨orsonwelles de cartulina¨. La conclusión es que nada es demasiado importante: sólo hacemos películas. En cuanto a tener contactos, vivimos en la era Facebook así que el mundo está al alcance de la mano. La diferencia la hace tener algo digno que mostrar.


¿Cuáles son las sensaciones producto de la experiencia de haber hecho la película?

Fue la mejor experiencia laboral de mi vida. Tener a 40 personas reunidas para cumplir tu capricho es inédito. La mayoría de las veces no me hace caso ni mi control remoto.


¿Qué etapa disfrutaste más, y cuál fue la más ardua?

La más dura fue la etapa previa próxima a arrancar. La fecha de comienzo se va posponiendo, como oasis en el desierto. Creés que nunca va a llegar y te convencés de que dirigir una película es algo que le pasa a los demás. El rodaje y la postproducción las disfruté especialmente. Pero también me divierte el lanzamiento: es un desafío convencer a la gente que el sábado prefiera ir a ver tu película en lugar de quedarse mirando TVR.


¿Sentís que encontraste tu propia metodología de trabajo con el equipo técnico y con el elenco artístico?

No sé si la encontré, porque esto es una búsqueda constante. Además las variables son tantas, que hacer una película se vuelve una tarea que responde más a la teoría del caos que a algo que puedas planear a largo plazo. Dicho esto, si pudiera volver a trabajar con todos, hasta el eléctrico que vino un día de reemplazo, lo haría.


 

¿Cuáles son las expectativas o la estrategia en cuanto a difusión y comercialización? ¿Cuándo se estrena y en qué cines la podemos ver?

Mi obsesión era tratar de que EL CRITICO no sea una película argentina más que se estrena, y que te enterás una vez que se bajó de cartel. ¿Cómo hacerlo con este esquema donde el oligopólico de Hollywood nos convierte en un cine marginal? Primero, haciendo una película buena (o al menos eso creo yo), porque eso te abre puertas (de medios, sponsors, exhibidores, etc.) Segundo, conseguimos que Buena Vista (Disney) le interesara acompañarnos, lo cual ya te brinda una estructura de gente entrenada y financiación puesta en función del estreno. Pero sobre todo, estar en cada detalle, ser el creativo, el productor, la agencia, la comercializadora y el diseñador. Me di cuenta que hay que saber escuchar a todos pero también estar detrás de todos. Para el único que esta película es única, es para vos.


Pablo Udenio ha sido el productor de la película y juntos han llevado a HC a ser la revista más influyente de Cine en el país. ¿Cómo y cuándo se conocieron y cómo se gestó esta suerte de dúo en la gestión y la creación?

Con Pablo nos conocimos en el CIC y junto a otro compañero (César Pucci) empezamos a imaginar una revista de cine que hable de hacer cine, y no solo como lo hacía El Amante. Ese juego de estudiantes prosperó y acá estamos 20 años después habiendo editado 145 números y montado una productora.

Pablo Udenio es, para decirlo sin vueltas, el máximo responsable de que esta película se haya podido hacer. Sin haber hecho una producción ejecutiva en su vida, se montó el proyecto en sus espadas, luchó contra molinos de viento y no sólo la filmamos sino que consiguió armar un excelente estreno y vendido la película a más de 10 territorios, y varias líneas aéreas. Le voy a estar eternamente agradecido.


¿Estás con algún nuevo proyecto? ¿Segunda película?

Sí. Escribí junto a Jazmín Stuart una película que hoy se llama Recreo (o La Gloria) y que filmaremos en algún momento de este año. No veo la hora.


¿Qué consejo le darías a los alumnos y recientes egresados del CIC que están comenzando a desarrollar sus primeros proyectos?

No vayan este año a mis clases. Les voy a hablar demasiado de EL CRITICO. Y consíganse a un Pablo Udenio que los acompañe en su cruzada.


Por Román Cárdenas.



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