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"Sympathy for Mr. Vengeance" de Park Chan-Wook - Ciclo de Cine - Trilogías: Venganza

LA VENGANZA ES UN PLATO QUE SE SIRVE FRÍO

Por Gustavo J. Castagna


En realidad, el título de esta nota-presentación de la Trilogía de la Venganza de Park Chan-wook (o Chan-wook Park)  debería exponerse en el italiano original ya que “La vendetta è un piatto che si serve freddo” (1971) es un conocido western spaghetti de Pasquale Squitieri con Klaus Kinski en actitud demencial. Es decir, ese título setentista y esa película hereditaria de los clásicos de Sergio Leone, al inicio de este siglo,  será reinterpretada por el inquieto Quentin Tarantino a través de Kill Bill al resucitar una frase y un axioma cargado de violencia y venganza ahora con Uma Thurman y su espada Katana lista para cortar cabezas y cuerpos enteros.


En fin, todo este prólogo es válido para comprobar que las historias, los relatos, los argumentos y aquello que se cuenta no es tanto en cantidad como sí los tratamientos que cada cineasta inculca a sus decisiones de puesta en escena. El spaghetti de Squitieri, la venganza de la novia con ropa color amarillo y las tres películas de Park son diferentes pero el disparador de la trama tiene más semejanzas que diferencias.

Pero claro, se está ante un film coreano de un director de alto prestigio entre los fanáticos del género y de fuerte repercusión local en su taquiella. Estamos, si cabe aclararlo, frente al primer ejemplo de ultrasofisticación de la violencia pautada por un argumento que conjuga melodrama con escenas sangrientas y algún toque de inusitada comedia lunática con una trama policial que viene, se va y retorna en lo inmediato. En fin, es una clásica película asiática (en este caso de Corea del Sur) perpetrada por un director que se siente cómodo con los cambios de tonos, la mezcla de géneros, la confusión adrede de climas y situaciones límites y la exploración sin lugar para el arrepentimiento de la psiquis de un grupo de personajes llevados a tomar decisiones extremas.

SYMPATHY FOR MR. VENGEANCE (2002) es la primera pata de una mesa de tres que luego se completará con OLD BOY (2003) y SYMPATHY FOR LADY VENGEANCE (2005), y que conformarán la trilogía que sirvió de plataforma de lanzamiento del director hacia el mundo del cine, es decir, al mercado de los Estados Unidos, en donde filmaría LAZOS PERVERSOS (2013), un film digno de no pasar por alto, protagonizado por Nicole Kidman.


La historia de SYMPAHTY FOR MR. VENGEANCE es alocada, desmesurada, inquietante. Ryu (Ha-kyun Shin) es un joven sordomudo que debe ayudar a su hermana enferma (Ji-Eun Lim), necesitada con urgencia de un trasplante de riñón. Ryu se sumergirá en el mercado negro a la búsqueda de ese órgano, noviará con una chica valiente y peligrosa para el mundo (Bo-bae Han), se producirá un secuestro, luego un ajuste de cuentas a toda violencia (allí aparecerán las “cabezas cortadas” chorreando sangre: “hola, Tarantino, ¿cómo va todo?”) y una convergencia de géneros que Park Chan-wook trata con placer, con una libertad acojonante, con una intención que se intuye y vislumbra con el paso de los minutos. En efecto, SYMPATHY FOR MR. VENGEANCE es una película de terror, no desde la caparazón genérica pero sí desde las decisiones que toman los personajes, de la virulencia extrema de algunas secuencias, de la mirada siniestra que la película presenta sobre un mundo en descomposición permanente.


Sí, el film tiene momentos graciosos y simpáticos, profundiza aspectos del melodrama familiar, escarba en los sótanos espantosos de una sociedad determinada, coquetea con el comunismo que gobierna en el norte, en fin, podrá ser todo eso y mucho más. Pero, antes que nada, es un film de terror, de macro-terror, de terror social que proviene de una sociedad enferma o con fuertes síntomas de malestar cotidiano.

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