top of page
  • Foto del escritorCIC

Entrevista a José Mariano Pulfer

Egresado de la Carrera de Realizador Integral de Cine y Televisión, José Mariano Pulfer acaba de terminar la postproducción de un Cortometraje realizado con el apoyo del CIC y el Municipio de Azul, localidad en la que ganó un premio en un Concurso de Cine, justamente, con la Tesis Final de la Carrera. Junto a un equipo, en su gran mayoría, conformado por egresados de la Escuela, le dieron vida a “Vacas, un vacío lleno de carne”, una comedia con tintes apocalípticos y mucho humor absurdo, que será estrenado el 12 de Septiembre en el CIC. Las anécdotas de rodaje, en esta entrevista.


¿Cómo definirías a “Vacas, un vacío lleno de carne”? ¿Cómo surge la idea?

La idea surge a partir de un premio que gana la Tesis con la que cerramos la Carrera del CIC en el 2010, “El Señor esté contigo”, en un Festival de Cine en la ciudad de Azul. El premio consistía en la realización de un corto en la localidad. Así que apenas nos enteramos, ya que teníamos pocas semanas de preproducción, nos pusimos a buscar particularidades de la región que nos sirvan de despegue para una historia. Queríamos aprovechar el pueblo, el campo. Yo ya conocía la obra de Francisco Salamone, un arquitecto que hizo cosas grandiosas en el interior de la provincia y, atando cabos, llegamos al pueblo de Chillar en las afueras del partido de Azul; donde hay un pequeño matadero abandonado que fue básicamente lo que disparó la idea: Un futuro apocalíptico no muy lejano, donde las vacas desaparecieron del planeta y la falta de asados y dulce de leche hace de los argentinos una raza deprimida, violenta y detestable. Ese es el contexto en el que se desarrolla la historia de “Vacas, un vacío lleno de carne”.


¿El humor y el absurdo son tonalidades que te interesan particularmente? ¿Crees que para que funcione al momento de la realización es necesario “tomárselo en serio”?

No sé si es una búsqueda consciente, pero en general, cualquier cosa que me pongo a escribir termina yendo para ese lado. Me gusta el desafío de jugar con los géneros, trabajar su forma y romperla, mezclarlos. Me divierten las confusiones, las cosas que parecen algo pero no lo son. Y quizás esa impredecibilidad suele desembocar en algo parecido a la comedia.


Desde ese punto de vista sí, uno trabaja el guion, las actuaciones, los diálogos, todo en serio; como si fuera una película de género tradicional, con sus reglas y estándares. Podés terminar el rodaje y que nadie en el set se entere que filmaste una comedia. Y si todo salió bien, el efecto va a venir después, cuando unís las partes, lo montás, le ponés la música. Puede ser muy duro a veces porque la comedia en realidad sucede en la sala. Si nadie se ríe te das cuenta que en realidad no hiciste una comedia.


¿Cómo fue confeccionándose el equipo técnico? ¿Es un grupo habitual? Los resultados son muy buenos en todas las áreas.

Sí, la mayoría del equipo son ex compañeros del CIC, con los que venimos laburando mucho juntos. Nos entendemos, nos respetamos y la pasamos muy bien. Por suerte pudimos contar con varios de ellos para el rodaje. Trabajar con profesionales pero que también sean amigos es impagable.


 

¿Cómo llegaste a Oscar Alegre y Pablo Piana? ¿Cómo trabajaste con ellos y cuál fue tu estrategia para transmitir tu idea y que la lleven adelante con convicción desde lo escénico?

A Oscar lo vi actuar en un corto en un Festival en Tucumán, al que fui también gracias a la Tesis, y enseguida pensé que sería ideal para el personaje de Roberto. Ahí mismo busqué a los productores del corto, les pedí el contacto, lo llamé y se copó con la idea. La verdad que sumó muchísimo, al personaje y a la historia, y al rodaje en general. Aparte de comerse la cámara es muy divertido filmar con él, y creo que todos aprendimos mucho también.


Pablo fue un poco un regalo del cielo: Estábamos ya todos en Azul, el día anterior al comienzo del rodaje esperando la última camada del equipo, y nos llega la noticia que por un problema personal el actor que iba a hacer el papel de Nicolás, con quien ya habíamos ensayado todo, no puede venir. Nos desesperamos “un poco”, pero Oscar enseguida nos recomendó a Pablo, a quien llamamos y ese mismo día se estaba subiendo a la combi para Azul. Buenísima onda también. Y con su impronta y estilo le dio un toque muy diferente al personaje del que habíamos pensado originalmente, que quedo buenísimo. Es el Bruce Willis del cine argentino.


Ambos entendieron desde el principio el estilo de las interpretaciones, y supieron darle su impronta. Son grandes actores. Sin ellos el corto hubiera sido otro.


¿Cómo pudieron confeccionar la plataforma de producción y presupuesto? ¿Qué entidades los apoyaron?

El CIC nos prestó equipos, la municipalidad de Azul nos ayudó con los transportes, la comida y el alojamiento (como parte del premio), y muchos pusimos tiempo y dinero de nuestros bolsillos para hacer esto realidad. Igual la posta fue tener a Matias Di Capua como productor. Se movió y consiguió todo lo que necesitábamos en cualquier momento, desde la cámara y otros equipos adicionales, hasta una camioneta que se rompió el mismo día de rodaje. Un crack de la producción.


¿Cómo fue la instancia de rodaje? ¿Alguna anécdota en particular? ¿Lograron finalizar en los tiempos pautados?

El rodaje fue bastante apacible, dentro de lo que un rodaje puede serlo. Fueron 4 días a full, levantándonos temprano y terminando tarde, pero la verdad que terminamos todo en tiempo y forma. Comíamos muy bien, y dormíamos todavía mejor en una estancia divina en las afueras de la ciudad. Y eso es importante, casi fundamental, comer y descansar bien. Muchas anécdotas muy lindas, desde el actor protagónico que se cayó el día anterior al rodaje, hasta los comentarios de Oscar evaluando el trabajo del equipo en el set.


¿Cómo fue la instancia de postproducción?, es un corto muy ambicioso con los efectos digitales y el resultado es muy bueno en términos de verosímil.

La verdad que la postproducción se extendió un poco más de lo que hubiéramos querido. Mi justificación es que hicimos la preproducción después del rodaje, pero los eruditos del ambiente cinematográfico no terminan de aceptar mis excusas.


Hablando en serio, la verdad que trabajamos mucho, y mucha gente en la post. Y todos sabemos lo difícil que es dedicarse a algo, con la profesionalidad que el proyecto demandaba, cuando los que lo estamos haciendo tenemos otro trabajo del que tenemos que vivir. Los VFX la verdad que quedaron muy bien, era ambicioso sí, pero Pablo Fanesi trabaja muy bien así que confiábamos plenamente en su trabajo.


Trabajaron particularmente en la música, ¿Cómo fue el proceso de confección de banda sonora?

La música la compuso de Fernando Scholand, gran músico y amigo con el cual hace mucho que queríamos trabajar en algo juntos. Se dio la oportunidad, vimos referencias e intenciones de cada escena, y estuvo varios meses escribiendo a medida que avanzábamos con el montaje (hay escenas que la música siguió a la imagen, y escenas que fue al revés). Lo terminamos grabando junto a una pequeña orquesta (hay chelo, violines, clarinete, contrabajo, batería). Y la verdad que suena muy bien, tenés desde un bombo legüero típicamente pampeano, hasta tintes kusturicescos.


¿Cuál es el recorrido que tienen pensado para el cortometraje a partir de ahora?

La idea básica es tratar de que lo vea la mayor cantidad de gente posible. Lo vamos a estrenar con una proyección en el CIC, y a partir de ahí mandarlo a todos los Festivales que podamos, sin discriminar; ya que son la única forma que tenemos de hacer rodar al corto. Venimos hace varios meses rejuntando info y ya tenemos un calendario para mandar a partir del estreno. Y si en un futuro logramos darle un rodaje satisfactorio, buscaremos que forme parte de Muestras o lo subiremos on-line, como para cerrar el recorrido.


¿Estás trabajando en algún otro proyecto futuro?

Junto con Matías, el productor, armamos Barbacoa Cine que nació con este corto, y estamos trabajando en “Sietemesino” un proyecto de largometraje que por ahora es sólo un tratamiento, pero cuyo guion está en proceso. Ya estuvimos enviándolo a algún que otro Concurso de Desarrollo de Guion y buscando co-productores, a ver si conseguimos apoyo para terminar de escribirlo. Esperamos tener suerte y que eso nos mantenga ocupados los próximos años.


¿Qué consejo le darías a los alumnos de Realizador Integral de Cine y Televisión del CIC en relación a la forma de llevar adelante sus proyectos?

Creo que la facultad es una buena plataforma para llevar adelante proyectos, y la formación sirve; pero fundamentalmente hay que aprovecharla para formar un grupo de trabajo y filmar. Relacionarse con gente que tiene los mismos intereses, que se tome en serio el trabajo y llevar a proyectos en conjunto. Y filmar. Juntarse y filmar. El cine es un trabajo en equipo o no es nada. cabo proyectos en conjunto. Y filmar. Juntarse y filmar. El cine es un trabajo en equipo o no es nada.


43 visualizaciones0 comentarios

Entradas Recientes

Ver todo
bottom of page